El término municipal está conformado por el núcleo principal y dieciséis pedanías, en el corazón de la Sierra del Segura y dentro del Parque Natural de Los Calares del Mundo y La Sima.

En el municipio de Molinicos podrás encontrar un paisaje natural lleno de rincones y parajes vírgenes para soñar, escuchar, sorprenderse y sentirse parte de la naturaleza, rutas y senderos con un encanto especial, pequeñas pedanías asomadas al rio Mundo, fuentes, lavaderos, torres y ruinas árabes… y, en una curiosa estructura urbana en la ladera de una montaña y entre dos arroyos, se sitúa el casco urbano de Molinicos.

La reducida superficie disponible que ofrece la montaña, hace que la arquitectura de las viviendas quede adaptada al medio natural ofreciendo una impresionante vista de casitas sumadas y superpuestas, algunas colgadas sobre un abismo que proporcionan unas vistas excepcionales. El trazado de sus calles estrechas, tortuosas, retorcidas, empinadas y escalonadas recuerda su pasado musulmán. Un escenario de película como bien pudo ver José Luis Cuerda al rodar muchas de las escenas exteriores de “Amanece que no es poco”

La amabilidad, sencillez y cercanía de los vecinos constituyen una de las virtudes principales para ofrecer al visitante todos los valores y recursos que nos acompañan.

Las fiestas de todas las pedanías y del pueblo de Molinicos junto a las costumbres, artesanía, tradiciones y una rica gastronomía con recetas y productos naturales como la miel, la almendra, el aceite de oliva ecológico virgen extra, las setas y el Museo del Níscalo, ofrecen motivos suficientes para el disfrute de todos los visitantes.