Inspirado en las pinturas de Julien Dupré, gran influyente del realismo socialista de finales del s. XIX, representa a la clase obrera, específicamente a la mujer trabajadora del campo y más concretamente a la siega: ese duro jornal que tantos moliniqueños y moliniqueñas han sudado con condiciones muy desfavorables para ganarse el pan.
Clara: Mi yaya me contaba historias de cuando iba a segar y se me ponían los pelos de punta de escuchar cada detalle: esconder la menstruación, no quejarse si había dolor, llevar incluso a los chiquillos siendo bebés…. Cómo ha cambiado la vida, por ello, visibilizar la figura de los trabajadores del campo es importante. Fuera de todo estereotipo de belleza, se trata de una mujer cansada que porta una gavilla y que aparece ataviada con el atuendo morado, claro símbolo feminista.