Cuando estamos contentos, canturreamos.
Una pared dedicada a la música, nada más y nada menos.
La música que nos mueve el cuerpo, que sale de dentro con la alegría, que nos susurra la mente trayendo recuerdos, que se expande y lo inunda todo.
La hierba cimbrea a su son.
Las olas del mar bombean al ritmo de tu corazón.
Molinicos es el corazón de la sierra y lo he dibujado con letras.
He creado un caligrama que baila al mirarlo; si no lo lees a la primera, no tengas prisa, detente, piensa y busca las palabras fundidas en la forma, así encontrarás la melodía.
Y bailarás con el universo